¿Cómo se escribe el primer artículo de un blog? ¿Cuál debería ser el tema? ¿Con qué cariz? ¿Cuánta extensión en las palabras? Esas y muchas otras preguntas pasan por la cabeza cuando toca enfrentarse al eterno enemigo que termina siempre siendo cómplice: el papel en blanco (en este caso concreto, la pantalla).
Podríamos hablar sobre el excelente servicio que ofrecemos a nuestros clientes, o el esmero que ponemos cada vez que diseñamos y damos vida a una página Web. Hay tantas cosas que queremos y vamos a contarles… pero ya habrá tiempo, no nos preocupa, esperamos quedarnos por aquí un buen rato.
Sin embargo, existe una pregunta que nos hacemos a menudo en estos días de comienzos: ¿basta un rinconcito y cuatro mesas para cambiar el curso de la historia? Sin ponernos demasiado filosóficos -lo intentaremos al menos-, os contaremos nuestra (humilde) opinión al respecto.
Ahora mismo estamos parados sobre, más o menos, quince metros cuadrados. Como dijo el poeta, no es mucho ni es poco, es bastante. Después de dos años de luchar sin descanso, comenzamos un nuevo viaje, con la misma energía, el mismo brío, pero con nuevos acompañantes y otro destino. Así que tuvimos que buscar un nuevo rinconcito para poder vernos todos los días y hacer camino. No sabemos cuánto nos durará, pero ya le tenemos mucho cariño. Porque sin saberlo, encontramos el espacio que necesitábamos para cambiar el curso de nuestra historia y la de todos (actuales y futuros) clientes. En conclusión: ¡sí, claro que es posible! Pero hay que lucharlo.
Cuenta la leyenda que Google se fundó en un garaje, nosotros seremos menos románticos, y por supuesto nada pretenciosos, ya nos gustaría soñar con conseguir el diez por ciento de lo que tiene el gigante californiano, lo que sí sabemos es que no vamos a dejar de intentarlo cada día; porque en estos quince metros cuadrados caben cuatro mesas, dos pantallas y todos nuestros sueños. Más que suficiente.
Antes de despedirnos, queremos que conozcan, en exclusiva (por supuesto), nuestro rinconcito:
¿Os gusta? (a nosotros mucho)
¡Hasta pronto!